El cuento del sol

El cuento del sol

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El cuento del sol

Por Mauricio Aguilar

El hombre verdadero no ve de qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber''

José Martí

Los rayos del sol se empiezan a deslizar desde el fondo del horizonte hacia arriba anunciando la pronta llegada del mismo. A su llegada, ilumina todos los rincones a los que su mirada alcanza. Ilumina la Elena, Luis, Miguel, Josefina. Ilumina a Pelusa, Chetos, Dados y Pinky. Ilumina prados, lagos, montañas, desiertos, sembradíos, valles. También ilumina carreteras, calles, edificios grandes y chicos, casas de concreto, adobe, cartón y lámina.

Todos los que coinciden en ese instante, en el que la mirada del sol los cubre, emprenderán, pues, lo que a su punto de vista es un nuevo día. Y el sol, siempre con prisa, los observa y sigue su camino. Todos se quedan entonces sin sol compartiendo sólo el aire, porque no les queda de otra.

En este prefacio del México 2006-2012, siendo el sol tan morboso, sigue acudiendo a su cita diariamente para observar el nuevo acontecer del mundo. Ve en un país la crisis político-social que ahí yace.

Un día, a las prisas como siempre, el sol tropieza con una nube. Apenas dos días atrás era un vaporcito que emergía de un lago, pero ahora ya era toda una nube; frondosa, blanca y radiante. Así que, como buen marinero, el sol emprende su usual cortejo que siempre termina en despedida. Decepcionante fue su sorpresa cuando se da cuenta que la nube no está de humor.

–Estoy triste de que los dirigentes de las tierras a las que voy a dar mi vida para empaparles su ser, tienen a su gente olvidada por ambiciones de poder- le dice la nube. El sol ve con lástima a la joven nube y decide explicarle rápidamente la amarga realidad sobre los suelos que descansan a lo lejos de sus pies.

-Todos culpan al poder y sus dirigentes, porque es su naturaleza, escaparse de la responsabilidad. Más bien pareciera que ellos son su propio suelo, muchas patrias compuestas de unos cuantos o a veces hasta uno nada más. Entonces, en esta extensión territorial yacen miles de naciones a pesar de que supuestamente es sola.- dice el sol y continúa, -Aquí nadie ve más que por su propio interés y todos se llaman víctimas.

--Existe el que se lamenta no poder ayudar a los demás porque, a su parecer, se encuentra en una situación muy difícil y muy apenas pueden sacarse adelante ellos mismos. Existe gente de clase media, que hace lo mismo y existen ricos que no se creen ricos y hacen, también, lo mismo.

--¿Pero cómo?- pregunta la nube. –Sólo basta con que miren a su alrededor y se den cuenta de lo que tienen, yo no veo que la mayoría de ellos estén ciegos-. Con sonrisa irónica le explica el sol; -Sí, pero el ser humano tiene la extraña cualidad de ver únicamente lo que quiere, al grado de ver un puño de tierra como un digno manjar.

-Entonces se da cuenta el sol que ha dejado más confundida a la nube de lo que estaba y entiende que aquella conversación iba a durar más de lo que él esperaba.

-Sígueme, que no puedo retrasarme más, te voy a mostrar en el camino, cómo se comportan estos seres-. La incrédula nube con la desesperanza que le envolvía, decide acompañar al sol, al fin y al cabo qué, pensó.

Llegan entonces a un poblado de provincia.

-Mira lo que tenemos aquí.- le pide el sol –Un suelo hostil y una familia que reina sobre este poblado. Niños que trabajan y no van a la escuela, familias separadas por la emigración de algunos de sus miembros para buscar mejores oportunidades. Si a esto el sumamos los problemas de machismo y alcoholismo que proliferan por estas zonas, entendemos porqué el amor, no es suficiente.

La nube observa fijamente mientras se desliza por los cielos de aquel poblado. Entonces el sol la lleva a una cierra, donde se encuentra una comunidad indígena. Obviamente, de condiciones paupérrimas.

Ante lo obvio, el sol no hace énfasis, pero si le señala otra cosa. -Aquí los habitantes son como de otro planeta, están totalmente cerrados y no les interesa mezclarse o conocer a los demás. Tal vez, gracias a Dios, porque si supieran en las condiciones que están respecto a otros ciudadanos, ya se hubieran levantado en armas. Porque aquí la gente muere de gripa, diarrea y hambre. No tienen lo más elemental, por que al gobierno no le interesa, sólo quiere quedarse unos cuantos para tenerlos como atractivo turístico, los demás, como estos, les estorba.

Después parten para la ciudad

-En estos paisajes de concreto, la gente siempre anda a las prisas como yo, nada más que a ellos no les gusta observar. Para empezar nadie lee. Los ciudadanos prefieren escuchar las noticias en la tele o en el radio y como lamentablemente esos medios de comunicación suelen manejar la verdad a su conveniencia, aparte de quedarse como seres incultos, se quedan con la mente envenenada. Estos analfabetos funcionales, están ajenos de la problemática nacional e ignoran las acciones que sus gobernantes ejercen que les afectan a ellos.

--Ahora mira ese barrio; ¿ves a esos jóvenes que se están organizando?- Pregunta el sol.

-¿Cuáles, los de los palos y las piedras?

--Si, van a unirse a la manifestación que habrá en unas horas.

--Y para que quieren eso.--Porque quieren vengar todas sus frustraciones y problemas personales. Van a hacer destrozos en toda la ciudad.-

-¿Porqué? ¿Qué les hizo la demás gente?--Realmente nada, lo que pasa es que estos jóvenes excusan su actitud primitiva ante la sociedad y ante ellos mismos, con movimientos sociales y causas justas.

Sólo que lo arruinan todo, porque desvirtualizan estos movimientos. Tiene una idea errónea de manejar sus sentimientos.

-Luego el sol señala hacia una grande avenida. – ¿Observas todos esos carros? Nuevos, viejos, grandes y chicos. Camiones, microbuses y cientos de personas caminando por las aceras. Aquí vemos al rico y al pobre entrecruzarse las miradas. Uno lo mira cruzar la calle con desprecio y desagrado, recordando las veces que personas de ese status social inferior le han faltado el respeto a su madre, hermana y esposa cuando caminaban por la calle, cuando ha hecho fila y esos se han atrabancado, y la vez que uno de ellos le robó a un familiar o a el mismo. El otro lo mira conducir su auto con envidia y rencor, recordando toda la discriminación por la que ha sido victima por gente adinerada a lo largo de su vida. Las burlas, la forma de dirigirse hacia él y su familia con tanto desprecio, dejándoles en claro que son inferiores. A ambos se les olvida que no todas las personas, pero ya actúan en forma automática de forma hostil el uno al otro.-

-Esta lucha de segregación se reparte por todo el país. Hay desprecio hacia la diferente cultura, forma de hablar, si se tiene o no dinero, e incluso se ponen sobre nombres para distinguirse.-

Luego lleva el sol a la nube al norte de ese país. A la ciudad más rica de la nación. –Este es el colmo- dice el sol. –toda esta gente, con educación de escuelas privadas, tan preparadas para los negocios y el trabajo. Disciplinada, esforzada en sus labores y tan, tan indiferente. Ellos, a las prisas, no les importan los demás, piensan que todos los del sur son flojos y por eso no tienen el dinero que ellos tienen. No saben que es en el sur donde se da el fenómeno de la emigración con más fuerza, porque no hay fuentes de trabajo y esa fuerza laboral que emigra es reconocida a nivel mundial como una de las más efectivas. No lo saben y no lo quieren saber. Siguen ciegamente a sus líderes empresarios, y toman cualquier sustento que valide su postura, porque en esta nación, lo que importa es tener la razón.-

-También son ignorantes, descalifican cualquier tipo de lucha social, porque todo lo que desaprueben los empresarios, el partido que los representa, y los medios de comunicación de radio y televisión, será su estandarte. Entonces, en su burbujita social, tratan de mantener sus recursos y no sacar adelante los demás.-

-Algunos ricos dicen, “yo no puedo hacer nada para sacar esta gente adelante, muy apenas me puedo mantener yo.” Sí, muy apenas se pueden mantener ellos y sus familias en el municipio más caro del país, muy apenas pueden mantener sus coches, casas, vida de lujo, etc. Estos pobres mártires de la sociedad.

-Y así, con esta mentalidad clasista, un divisionismo fatal, incrementado por el ambiente del país, se quiere formar una democracia.-

-La democracia la impone un pueblo, por eso la nación necesita ser una sola y así sacarse adelante, con unidad. Pero aquí las cosas son al revés, cada quien defiende sus propios intereses y eso se refleja en los que gobiernan el país, eso es lo que quieren y lo demostraron las últimas elecciones.-

-Entonces-; dice la nube – ¿qué se puede hacer?-

-Pues mientras la gente no se de cuenta de esto, no se va a erradicar el problema de raíz. Cuando se preocupen por estar bien informados de lo que realmente pasa, en lugar de buscar el fundamento que les de la razón, sabrán que es lo que pasa en su entorno. Cuando se liberen de su indiferencia, sabrán la situación del paisano y cambiarán su actitud. Cuando se unan tendrán fuerza para formar un gobierno que no sea excluyente.-

-Ay, sr. Sol- replica – ¿cuándo va a llegar ese día?

-Ay nubecita, desde que vi nacer estos seres, sigo esperando.

-Las palabras del sol estremecieron a la nube. Tal vez ese vació que sintió de inmediato fue la causa por la que ya no quiso seguir al caminante sol. Ahí, postrada sobre la inmensidad, la nube se pintó de gris.

En ese momento, ve unos niños corriendo en una seca parcela. Elena, Luis, Miguel y Josefina. Una hija de un mecánico, el sobrino del presidente municipal, un pequeño peón del papá de Josefina, la hija del dueño de la hacienda “La Conchita”.

Pequeños y juguetones, sin prejuicios ni malos pensamiento. La nube se da cuenta, que en ellos está la esperanza que cada generación se renueva. *Decidió, entonces, refrescarlos en forma de fresca brisa, para hacerles sentir el sentimiento que sus vidas le habían dado.